Me estaba
preguntando porque en ocasiones me cuesta alejarme de las personas y bueno
encontrar la respuesta no fue fácil. Después de reflexionar y buscar la
respuesta correcta por fin la encontré y les compartiré un poco sobre esto.
Me es difícil sacar a las personas de mi vida porque soy muy leal. No tiene nada de malo serlo pero en ocasiones es algo que te estorba, como en este caso. Soy de las amigas que siempre voy a estar, en las buenas y en las malas, te voy a defender, guardar tus secretos, apoyarte y darte palabras de aliento cuando más lo necesites sin importar nada; a veces, incluso, voy a poner a mis amigos antes que yo.
Hasta hace
algunos meses pensaba que si yo era leal con mis amigos ellos lo serían también
hacía conmigo pero la vida a veces tiene otros planes y te da una bofetada
cuando menos lo esperas. Te das cuenta que no todos tus amigos son igual de
leales que tú (y sí, las personas somos todas distintas, no esperes a que sean
recíprocos contigo), la confianza se rompe, la amistad ya no es la misma,
tratas de arreglarla y comienzas a ponerle curitas.
Lo roto no
se cura con curitas. Es como si quisieras tapar el sol con un dedo siempre vas
a ver la luz que este desprende, así es cuando pierdes la confianza en alguien.
Por más que quieres tapar el problema y ponerle curitas las cicatrices ya están
ahí, no hay vuelta atrás. De todas formas buscas la manera de sanar la amistad,
de enfocarte solo en lo bueno y seguir pero de a poco te das cuenta que lo malo
pesa más y tomas la decisión de sacar a esa persona de tu vida.
¿Difícil
para mí? No se imaginan cuanto, porque a pesar de los malos ratos que me hizo
pasar nunca seré grosera y tampoco querré lastimar a la persona, aprendes a
perdonar y te das cuenta que no es bueno guardarle rencor o desearle mal, solo
perdonas y dejas aquello en el pasado.
De a poco
te vas dando tu lugar y por fin le pones un alto a ese amigo, sin nada más que
decir solo le deseas buena suerte y un adiós sincero.
Es difícil
despedirte de las personas cuando diste mucho por ellas, solo que a veces esto
se vuelve necesario y no una opción.
Pero esto sucede en cualquier tipo de relación ¿no crees? Hasta la misma familia puede llegar a darte la espalda en momentos de necesidad, al igual que compañeros de trabajo, amigos, pareja, lo importante es que tú sigas siendo quién eres porque al final, la vida te recompensará a ti y no a quienes te hicieron daño.
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