Hola

martes, 29 de septiembre de 2015


Hay historias de amor que jamás pueden llegar a ser escritas y otras que se comienzan desde la primer mirada. Unas nos toman por sorpresa y otras quizás las planeamos un poco.

Lo bonito del amor es que no es un cálculo, no es exacto. Todo puede suceder. Nos dejamos llevar, disfrutamos de la espontaneidad y vamos por la vida con una sonrisa que tiene una razón de ser.

Otras veces nos asustamos y comenzamos a construir un fuerte para impedir que nos hagan daño. No permitimos que alguien entre para que después rompa nuestro corazón en miles de pedazos.

Pero el amor es así, cuando creemos estar cerca de esa persona el destino nos muestra que estábamos equivocados que no hay lugar para ella en nuestras vidas por más que hagamos un campito para que se quede. Otras veces ocurre lo contrario, por más espacio que tengamos no la dejamos entrar y otras, bueno llegan y toman un lugar que ni siquiera nosotros sabíamos que teníamos por estar prestando atención a otras cosas.

Llegan por sorpresa, ni siquiera sabes cómo y cuándo es que la dejaste entrar, pero cuando menos lo esperas ya estas sonriendo como tonta cada vez que te envía un mensaje o cuando te preguntan por él, te pones nerviosa cada vez que lo vas a ver y las horas pasan sin darte cuenta cuando están cerca.


El amor nos sorprende de muchas formas, cuando queremos este no quiere; cuando ambos queremos algo pasa que se termina la ilusión y en el momento menos esperado llega ese "Hola" que se convierte en la primera palabra de la historia.


2 comentarios:

  1. Un hola lo cambia todo, puede llevar a miles de cosas, una amistad, un amor, una relación de trabajo, ¡hasta alegrar el día de algún desconocido! Pero creo que todos tenemos algún hola especial, ese que dio inicio a alguna historia que guardamos en el corazón... Y como siempre excelente tu entrada ��

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